¿Cuánto?

¿Cuánto me cuesta tu tiempo?
¿Cuánto cuesta un poco de tu amor? preguntó la joven, ¿cuánto cuesta ser felíz?, pues la espera es muy cara, ¿cuánto por momentos divinos, por conversaciones interminables?. Yo lo pago, pagaría lo que fuese por más abrazos, por risas y miradas, sólo dime cual es el costo de tu presencia, pues ya no puedo, tengo mucho cariño con que pagarte, tantos besos por regalarte, pero el tiempo está tan caro, que mi moneda corriente no sirve.

¡ Dime! ¿cuánto cuesta tu presencia, con menos de tu ausencia?

Y el joven contestó: Sólo dame mas de tu paciencia, solo espera...